Resumen: Akatsuki desea el poder del Kyuubi cuanto antes para sus planes. Un viejo compañero del equipo de Kakashi también hará su aparición. Le habían perdido el rastro durante estos 2 años pero se habían enterado de que volvía a Konoha. Deciden secuestrar a alguna persona cercana a él. Una vez en su aldea natal, Naruto decide celebrar una pequeña fiesta e invita a sus antiguos amigos. Pero casualmente falta Hinata, que esa mañana tuvo entrenamiento con el equipo 7. ¿Qué pretende Akatsuki con el poder del Kyuubi? ¿Qué hará Naruto al respecto?¿Cómo salvarán a Hinata?
Pareja principal: NaruHina.
También hay capítulos dedicados a otras parejas, así que creo que gustará, porque hay SasuSaku, ShikaTema y NejiTen. Por cierto, el tiempo es en Shippuuden, no hay spoilers, sólo algunos personajes pero la historia y lo que ocurre es idea mia. Las personalidades y el físico que tienen en shippuuden es exáctamente el mismo que hay aquí.
xOxO:
Cap: El secuestro
Había una pequeña caseta, en pleno bosque, en el cual se encontraba la sombra de un hombre, con capa negra y nubes rojas, su cabello era dorado, con una coleta que recogía gran parte de éste.
- ¿Por qué, por qué me has secuestrado?- preguntó una joven, de unos 15 años, sentada en el suelo con sus manos sujetas por una cuerda.
- No te importa - contestó el hombre, con una sonrisa en la cara. - Ahora mismo, sólo debes mantenerte con vida, así que no hagas locuras que me obliguen a matarte. ¿Entiendes?
- Sí... - dijo la chica, sus ojos perlas dejaron caer unas lágrimas, llenas de miedo e inseguridad. Empezó a recordar lo que pasó, cómo empezó todo...
Era un día normal, tenía que entrenar junto con su equipo. Llegó al campo de entrenamiento, allí vio a su sensei Kurenai, junto con Kiba, Akamaru y Shino.
- Hinata, llegas tarde.
- Lo siento, Shino, no he podido venir antes. Ayer por la noche tuve un sueño muy raro... más bien una pesadilla, y desde entonces no he dormido nada de nada. Esta mañana estaba tan cansada que no podía levantarme.
- Tranquila, te perdonamos, ¿verdad, Akamaru? - el perro ladró alegremente.
- Vamos a empezar. Primero, quiero que os defendáis de mi ataque con kunais y shurikens. Preparados...listos... ¡ya! - La sensei lanzó 60 kunais y 30 shurikens hacia los tres chicos.
El primero se defendió con sus insectos, que hicieron una especie de huevo y así evitar los ataques desde cualquier zona.
- Muy bien, Shino - dijo Kurenai, con una amplia sonrisa.
El segundo hizo el Gatsuga (colmillo de hierro) junto con su perro, y así rebotaron los kunais y shurikens.
- Kiba, Akamaru, buen trabajo en equipo.
La tercera chica de cabellos largos utilizó la técnica Shugohakke rokujyuu yonshou (Guardián de la adivinación de los ocho sellos, 64 golpes). De sus manos salieron unas luces finísimas de color azulado por todas partes que rompieron los kunais y shurikens.
- Fantástico, Hinata, has mejorado mucho.
Estuvieron toda la mañana comprobando su nivel físico y mental, hasta que llegó al hora del almuerzo.
- Adiós, Hinata - dijo un chico moreno, junto con su perro blanco.
- Espero que mañana no te retrases, Hinata.
- Lo prometo, Shino-kun, adiós Kiba-kun, Akamaru-kun.
- Yo también me voy - dijo una voz femenina.
- Hasta mañana, Kurenai-sensei.
Todos se alejaron hacia sus casas, pero Hinata se quedó observando un tronco. Aquel tronco... hace aproximadamente 2 años, estuvo allí, junto con Naruto, el día de los preliminares para el examen de chunning. Ella había quedado con Kiba, pero antes de que éste apareciera, Naruto se acercó. Mantuvo una conversación con Hinata sobre Neji, su oponente, y también le dio ánimos. Naruto se encontraba inseguro, pero Hinata le dijo su opinión, él era muy fuerte, porque aprendía de los errores, y crecía con ellos, ésa era la verdadera fuerza. También recordaba las últimas palabras de Naruto. Yo pienso en ti como una persona... tímida, fría y oscura. Pero... ¿sabes una cosa? Me gustan las personas como tú... como tú... como tú...´ Esas palabras quedaron gravadas en su mente. Se había hecho fuerte para estar a la altura de Naruto, para poder cambiar.
Estaba tan distraída recordando esos momentos que no se percató de una sombra a su espalda.
- Hola, niñita - dijo una voz siniestra.
Acto reflejo Hinata giró su cabeza. Había un hombre muy extraño tras ella.
- ¿Qué...qué quieres? - preguntó asustada.
- A ti...
Tras esto, Hinata le golpeó en el estómago para poder huir.
- No creo que debas alejarte mucho. He colocado en tu espalda una de mis arañas hechas por arcilla, y si te pierdo de vista, haré que explote.
Estas palabras hicieron que la chica se detuviera en seco.
- Muy bien - dijo el hombre, mientras se acercaba de nuevo a ella. - Ahora, ven conmigo.
Hinata estaba forzada a seguirle, de no ser así, moriría.